Quizás pocos lo conozcan como Tomás Itria. Para todos, es simplemente el “Pollo”. Por su carisma y entusiasmo, así como por su sabiduría y humildad, es uno de los máximos referentes del canotaje entrerriano. Orgullosamente, es a su vez formador en el Club Náutico Paraná.
A través de un diálogo simple y ameno, tal como es él, dio cuenta de sus comienzos, su vida y el progreso del deporte en la institución.
Respecto a sus inicios, el entrenador contó: “Me inicié en el canotaje allá por el año 1994, debido a que siempre me gustó el río y la naturaleza. Me gustaba nadar en aguas abiertas, solía hacerlo, pero Prefectura no me lo permitía por estar sin salvavidas. Fue así que un amigo del profesorado que hacía las cobranzas en la ECENAA me invitó a que hagamos el curso de canotaje. Lo hicimos y desde ahí, nunca más me desvinculé de la actividad”.
“Mi llegada al Náutico fue imposible de olvidar. Fue en los comienzos del 2004 cuando se dieron las circunstancias que se tenían que dar: yo estaba de entrenador del equipo de competición de la ECENAA, pero desde esta temporada más o menos, la Escuela de Canotaje se dedicó más a la navegoterapia y excursiones más que al canotaje de competición. Y nosotros la verdad que teníamos un plantel de competición muy lindo”, sostuvo y añadió: “Entonces, Mauricio Krevisky, presidente del CNP en ese entonces y el Keno Mackinnon, que era Vocal, se enteraron a través del instructor Germán Smith, que ese grupo del puerto estaba buscando acilo para continuar con el proyecto de competición. Así que se reformaron los estatutos del Náutico y nos recibieron con los brazos abiertos. Se inició una época maravillosa”.
“Concretamente, la llegada al Club Náutico Paraná se la debemos a aquella Comisión Directiva. También hubo gente que se resistía a que nos sumemos porque éramos un grupo de jóvenes que iba a una práctica deportiva en un club que era quizás muy social”, afirmó.
SUS REGATAS MÁS RECORDADAS
A su turno, el Pollo dio cuenta de sus mejores momentos y habló de su derrotero como palista, por un lado y como entrenador, por otro.
“Fueron muchísimas. Corrí muchas a nivel entrerriano y argentino. Pero por lejos, la que más me gusta es la Regata Internacional del Río Negro, que une en ocho etapas Neuquén con Viedma. Es la regata más linda, la mejor. Tuve la suerte de correrla muchos años y es espectacular por múltiples factores: la camaradería, el nivel de competencia que tiene, la cantidad de días que presenta, el considerable número de palistas que hay y porque además, tuve la suerte de ganarla en una oportunidad, en mi categoría”, manifestó.
“Como entrenador, fueron también innumerables competencias y sería injusto con mucha gente que pasó si no nombro a algunos atletas. En nuestro deporte, se da una merma cuando los palistas llegan a Senior, pero en la previa, pasan un montón de competidores. Como Santi Mackinnon, que llegó a ser subcampeón mundial y campeón argentino. Como campeonato en sí, el Argentino 2008 en el que ganamos una gran cantidad de medallas de oro, fue la cita por excelencia que vivimos”, resaltó y destacó a un competencia en particular: “La Regata Internacional del río Negro de 2010, que con un gran grupo que viajó desde el club, terminamos disfrutando del triunfo de Santi con Nicolás Fleitas. Y, el Mundial de China del año pasado, que fui como entrenador del equipo nacional fue tremendo. Fue además la primera vez que Argentina ganaba un bronce en la categoría Senior. Hubo cuatro palistas del club que nos representaron a todos. Algo increíble. Había 50 países participantes, del otro lado del planeta, otra cultura. Resultados históricos. Sin dudas, toda esta experiencia fue muy significativa para mi carrera”.
LA ACTUALIDAD DEL CLUB
“Creo que cuando inicié mis primeros pasos como entrenador en el club, ni soñaba este presente tan bueno que tenemos. Incluso hoy, contamos con cuatro entrenadores por necesidad de la cantidad de chicos y de su nivel. Hoy en día tenemos palistas en la selección argentina en todas las categorías. No hubiese imaginado nunca esta actualidad tan buena”, valoró.
“Los palistas del club tienen un futuro gigante y hay un semillero impresionante, de muy buena gente. En vistas a lo que viene incluso, imagino que será aún superior. El club tiene una estructura impresionante. Todo lo que se ha conseguido hasta el momento, fue por un combo de situaciones. No solo por los palistas y los entrenadores. Sino también por la dirigencia, los empleados del club, la Comisión Directiva, la Subcomisión de Canotaje, los papás, con la gran mano que siempre dan y por la pasión que todos tenemos en esto. En lo personal, como entrenador, busco siempre transmitir la pasión por el canotaje”, concluyó.
